Noticias October 2, 2019October 3, 2019 Esta combi de 1957 puede parecer ordinaria a primera vista, pero en realidad está muy lejos de ser eso. Después de trabajar en la restauración de la combi del 63 de mi papá, siempre soñé con tener una propia porque son realmente únicas. Hay una variedad de combis que se hicieron a lo largo de los años, sin embargo, esta se destaca por varias razones. Para empezar sus 23 ventanas la hacen única, además he mantenido muchos elementos originales de cuando fue fabricada, como la pintura, interiores, transmisión e incluso el motor. Aunque no sea una restauración, he trabajado mucho en ella para mantenerla en la mejor condición posible, respetando su historia y originalidad. Estoy muy feliz de finalmente tener una combi tan especial como “Rosita”. Aunque requiere mucha atención y detalles, me encanta tenerla como parte de mi colección. ¡Es muy divertido conducirla y realmente disfruto mucho trabajar en ella!